El Cardenal Pierbattista Pizzaballa, Patriarca latino de Jerusalén, compartió una oración que los católicos de todo el mundo podrán recitar el próximo 7 de octubre, para unirse a la "jornada de oración, ayuno y penitencia" en el marco del primer aniversario del atentado terrorista de Hamás en contra de Israel que desató una ola de violencia en la región.
El patriarca señaló que la jornada tendrá como objetivo implorar a Dios que frene el “torbellino de violencia y odio nunca antes visto ni experimentado” en Tierra Santa.
“La violencia, que se ha cobrado y sigue cobrándose miles de víctimas inocentes, también se ha infiltrado en el lenguaje y las acciones políticas y sociales. Ha asestado un golpe terrible al sentimiento común de pertenencia a Tierra Santa, a la conciencia de formar parte de un plan de la Providencia que nos ha querido aquí para construir juntos su Reino de paz y de justicia, y no, por el contrario, para convertirlo en un depósito de odio y desprecio, de rechazo mutuo y de aniquilación”, escribió el patriarca en un comunicado publicado el pasado 26 de septiembre.
“En los últimos meses, ya nos hemos pronunciado claramente sobre lo que está ocurriendo y hemos condenado repetidamente esta guerra sin sentido y todo lo que ha conducido a ella, haciendo un llamamiento a todos para que detengan esta deriva de la violencia y tengan el coraje de encontrar otras vías de resolución del conflicto actual que tenga en cuenta las exigencias de justicia, dignidad y seguridad para todos”, añadió.
El Cardenal Pizzaballa remarcó que es indispensable presentar a Dios “nuestro dolor y nuestro deseo de paz”. Y agregó: “Debemos convertirnos, hacer penitencia, pedir perdón”. Por último, pidió a los gobernantes comprometerse “con la justicia y el respeto del derecho de todos a la libertad, la dignidad y la paz”.
A la jornada se unió también la Custodia franciscana de Tierra Santa. “En todas nuestras fraternidades, santuarios y parroquias viviremos el 7 de octubre como una jornada de oración, ayuno y penitencia”, manifestó Fray Francesco Patton, Custodio de Tierra Santa.