La delegación del gobierno para el diálogo con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) envió una carta a los obispos colombianos para manifestar su disposición de volver a la mesa de negociaciones, tal como lo solicitó el Episcopado la semana pasada.
El 23 de septiembre la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) expresó su preocupación por la suspensión de los diálogos de paz, anunciada el martes 17 por el presidente Gustavo Petro luego del atentado guerrillero contra una guarnición militar en el departamento de Arauca.
En su comunicado, los obispos animaron a ambas delegaciones a descongelar la mesa de diálogos y responder al clamor de las comunidades que padecen por los enfrentamientos “y no aguantan más derramamiento de sangre”.
En ese sentido, el llamado de la Iglesia Católica ha tenido la respuesta de la delegación gubernamental, que el 25 de septiembre envió una carta a la Presidencia del Episcopado.
En su misiva, los miembros de la delegación agradecen a los obispos “su sentido llamado a continuar con el diálogo de paz y en ello estamos empeñados”.
“También nosotros seguimos comprometidos y esperanzados en ese camino, dispuestos a volvernos a sentar en la mesa, a resolver las dificultades mediante el diálogo, recuperar el cese al fuego y la participación de la sociedad en la paz”, manifiestan en su carta.