Este sábado, el Papa Francisco dio un discurso en la Universidad Católica de Lovaina, en Bélgica, centrado en el futuro de la humanidad y la ecología. El Pontífice destacó tres actitudes cristianas necesarias para abordar el cuidado de la casa común: gratitud, misión y fidelidad.
Al inicio de su discurso, el Santo Padre mostró empatía por las inquietudes de los jóvenes al decir: “Vemos bien cuán violento y arrogante es el mal que destruye el medioambiente y los pueblos”. Luego, vinculó los problemas ecológicos con la agresividad de la sociedad contemporánea, afirmando que “la guerra es su expresión más brutal; como lo son también la corrupción y las modernas formas de esclavitud”.
Al abordar la relación entre cristianismo y ecología, el Papa Francisco señaló que la fe cristiana tiene un proyecto claro para la “casa común de toda la humanidad”. Y resumió dicho proyecto en tres palabras: “gratitud, misión y fidelidad”.
El Papa explicó que la gratitud debe ser la primera actitud hacia la creación: “Esta casa nos ha sido donada; no somos patrones, somos huéspedes y peregrinos en la tierra”. Hizo referencia al Salmo octavo: “Gracias, Padre, por el cielo estrellado y por la vida en este universo”.
En cuanto a la misión, señaló que los cristianos están llamados a custodiar la belleza de la creación “y cultivarla para el bien de todos, sobre todo para la posteridad, en un futuro cercano”. Sin embargo, advirtió que ningún plan de desarrollo será exitoso si “en nuestras conciencias permanece la arrogancia, la violencia y la rivalidad”.