ROMA,
Tras la ola de violencia desatada la última semana contra sacerdotes, iglesias y viviendas de cristianos en diversas regiones de la India, la Conferencia de los Obispos Católicos del país (CBCI) emitió un comunicado en el que condena los atentados y pide por la paz y la auténtica tolerancia religiosa.
La agencia FIDES informó que el pasado 26 de agosto se registró un ataque contra una iglesia católica en el estado de Orissa (India centro-oriental), por parte de fundamentalistas hindúes.
Según Mons. Raphael Cheenath, Arzobispo de Cuttack-Bhubaneswar, el ataque contra este templo fue organizado y premeditado. Ese día, en el pueblo de Raikia, en el distrito de Kandhamal, un grupo de militantes hindúes atacó y destruyó tanto la iglesia de Nuestra Señora de la Caridad como algunas casas de ciudadanos cristianos vecinos de la parroquia.
La CBCI emitió un comunicado que recoge el relato del párroco, P. Alphonse Baliarsingh, según el cual unos 300 fundamentalistas armados con palos irrumpieron en el templo derribando la puerta, y destruyeron la imagen de la Virgen, un Crucifijo y otras imágenes sagradas. Los asaltantes hicieron una hoguera con la Biblia, libros litúrgicos, ornamentos y objetos sagrados y destruyeron el sagrario.
Según el relato del P. Baliarsingh, posteriormente los facinerosos atacaron algunas casas de cristianos y lanzaron piedras contra la ventanas de la residencia del párroco, quien es también vicario general de la diócesis.
De otro lado, en el estado de Kerala, en la región sur occidental de India, la comunidad católica está conmovida por el brutal asesinato del P. Job Chittilappilly, de 71 años, asesinado la mañana del 28 de agosto en la parroquia de Nuestra Señora de las Gracias, en la ciudad de Thuruthiparambu.