El Papa Francisco visitó este viernes a los ancianos de una residencia dirigida por las Hermanitas de los Pobres en Bruselas, capital de Bélgica.
Después de encontrarse con la familia real en el Castillo de Laeken y dirigir un discurso a las autoridades del país, el Santo Padre se trasladó en automóvil al Hogar Saint-Joseph.
Allí, las Hermanitas de los Pobres cuidan de los ancianos con dificultades económicas, brindándoles tanto atención médica como espiritual.
Esta residencia abrió sus puertas en el siglo XIX gracias a esta Congregación, fundada por Santa Juana Jugan.