Durante su breve, pero intenso paso por el pequeño país de Luxemburgo, el Papa Francisco tuvo tiempo de detenerse “por sorpresa” en una cafetería.
En la tarde del jueves 26 de septiembre, antes de su encuentro con la comunidad católica del país en la Catedral de Notre Dame, el Santo Padre se dirigió a la cafetería “Grupetto”.
Los empleados del lugar se sorprendieron cuando vieron al Pontífice y parte del séquito papal entrando en la cafetería. “Fue el café más estresante que he tomado nunca”, expresó con una sonrisa Jassin, el dueño.
En los vídeos difundidos en las redes sociales, puede verse cómo el Papa Francisco disfruta de su café, probablemente “espresso” junto al resto de empleados.
En declaraciones al periódico Le Quotidien, Jassin contó que “entró un policía, que llevaba puesto un auricular. Se acercó a mí y me explicó que el Papa Francisco iba a entrar en cualquier momento y se iba a sentar a tomar un café”. “Pensé que era una broma, pero no, ¡era real!”, exclamó.