La teóloga española Cristina Inogés, que participa en el Sínodo de la Sinodalidad por designación del Papa Francisco, defendió en un reciente artículo que “el cristianismo no debió convertirse nunca en una religión”.
En un texto titulado Del Sínodo al jubileo: construyendo comunidad en diálogo, Inogés argumenta que Jesús buscaba transmitir una forma de vida y relaciones humanas basadas en la fraternidad, no fundar una religión institucionalizada con jerarquías y “separar a una parte, mínima, de los demás, los sacerdotes -el clero-, aunque con influencia, mucha influencia, sobre el resto”.
“Jesús llevó a cabo su misión en la vida cotidiana, en la realidad de cada día y alejado del templo donde sólo se acerca para protagonizar el único enfado monumental que tiene en todo el Evangelio: un episodio ligado al abuso de poder y que tuvo como consecuencia la expulsión de los mercaderes”, sostuvo.
Inogés, que estudió en la Facultad de Teología Protestante de Madrid (SEUT), considera que los orígenes del Sínodo de la Sinodalidad se sitúan en la Conferencia de Aparecida celebrada en 2007 y, singularmente, en el saludo del Papa Francisco tras su elección en el que “no hubo gestos de triunfo”.
Para Inogés, el Sínodo de la Sinodalidad, que celebrará su segunda asamblea en octubre, debe basarse en la idea de que Jesucristo “no nos dejó una estructura de Iglesia diseñada, sino una forma de vida”.