En su primer discurso desde Luxemburgo, el Papa Francisco pidió que el país “sea una ayuda y un ejemplo en el indicar el camino a seguir para la acogida e integración de migrantes y refugiados”.
Después de la ceremonia de bienvenida en el aeropuerto de Luxemburgo, el Papa Francisco se trasladó al palacio para saludar al Gran Duque, Enrique de Luxemburgo, y a la Gran Duquesa María Teresa de Luxemburgo.
En el primer piso del palacio, tuvo lugar la presentación de la familia y más tarde se dirigieron al salón de baile para la firma del Libro de Honor y las fotos oficiales con la familia gran ducal.
Posteriormente, el Papa Francisco, el Gran Duque y la Gran Duquesa se dirigieron al Salón de los Reyes para un encuentro privado y el intercambio de regalos.
Paralelamente, en el Bureau des Ministres, tuvo lugar un breve encuentro entre el Primer Ministro, su delegación, y el Secretario para las Relaciones con los Estados y las Organizaciones Internacionales, el Nuncio Apostólico y el Secretario de Nunciatura.