VATICANO,
Al final de la tradicional audiencia general de este miércoles el Papa Juan Pablo II hizo un urgente llamado para que cese la violencia en todo el mundo, pero especialmente en Medio Oriente y Rusia.
Este martes, dieciséis personas perdieron la vida y otras cien resultaron heridas en Beersheva, en el sur de Israel, cuando dos terroristas del movimiento Hamas se inmolaron en sendos autobuses.
En Irak, doce trabajadores nepalíes que habían sido secuestrados el pasado 20 de agosto fueron asesinados por un grupo fundamentalista islámico; mientras expiró el nuevo ultimátum que los captores de dos periodistas franceses habían ampliado hasta el martes, sin noticias de los secuestradores.
En Rusia un grupo de terroristas chechenios tomaron de rehenes a unas 400 personas incluyendo 200 niños en una escuela de Osetia del Norte; y reclamó el retiro de las tropas rusas de Chechenia. Poco antes, un terrorista suicida chechenio produjo nueve muertos en un atentado en el metro de Moscú.
“He recibido con gran dolor y preocupación –dijo el Pontífice- las graves noticias sobre los atentados terroristas en Israel y en Rusia, donde han muerto muchas personas, víctimas indefensas e inocentes”.
“También en el atormentado Irak no se rompe la cadena ciega de violencia que impide volver cuanto antes a la convivencia civil. A la condena por la bárbara ejecución de doce ciudadanos de Nepal se une la trepidación por el futuro de los dos periodistas franceses que siguen secuestrados”, agregó el Santo Padre.