El Papa Francisco defendió que se debe “alejar de las religiones la tentación de convertirse en un instrumento para alimentar nacionalismos, etnicismos y populismos”, con los que se agravan las guerras.
Esta contundente afirmación la realizó en un mensaje dirigido a los participantes en el Encuentro Internacional de Oración por la Paz organizado por la Comunidad de Sant'Egidio, que ha tenido lugar en París del 22 al 24 de septiembre.
El Papa Francisco recordó que han pasado 38 años desde que en 1986 se celebró el primer encuentro de oración por la Paz y advirtió que en la actualidad “estamos inmersos en un cambio de época cuyas perspectivas aún desconocemos”.
Aquel primer evento tuvo lugar en Asís (Italia), y contó con la presencia de San Juan Pablo II. Para el Papa Francisco, el “espíritu de Asís” es una bendición para el mundo, “para este mundo nuestro todavía desgarrado por demasiadas guerras, por demasiada violencia”.
En este sentido, remarcó que este espíritu “debe soplar aún más fuerte en las velas del diálogo y de la amistad entre los pueblos”.
Subrayó también la necesidad de rezar por la paz y advirtió de que “el riesgo de los numerosos conflictos en lugar de cesar, se amplíen peligrosamente, es más que real”.