Obispos de Bolivia pusieron el foco de sus reflexiones de este domingo en dos problemas que atraviesa la comunidad: por un lado, el drama de los incendios forestales que afectan el oriente boliviano, y por otro, las pujas políticas y de poder que suscitan tensiones en la sociedad.
El presidente de la Conferencia Episcopal Boliviana y Obispo del Vicariato Apostólico del Beni, Mons. Aurelio Pesoa Ribera, llamó a un compromiso de todas las autoridades. “Mientras se destruye el país con las quemas, a otros pareciera no importarles”, denunció el prelado.
El obispo advirtió sobre la actitud humana que se deja atrapar por un deseo de sacar ventajas pasajeras: “Esta actitud se ahonda más cuando pone sus esperanzas en lo pasajero y terrenal. Porque tiene su mirada interesada en el poder, el dinero y el dominio”, alertó.
Al referirse a los incendios, planteó que mientras se quema el país, “se están peleando o midiendo fuerzas, quién tiene más poder. ¿Se ama a la patria Bolivia o es solo para los discursos?”, cuestionó.
En ese marco, llamó al amor fraterno, que no debe buscar la propia ambición personal, sino el bien de todos, “y hacer voluntad de Dios, que hace salir el sol sobre buenos y malos, y hace caer la lluvia sobre justos e injustos”.
“¿Somos servidores de todos o buscamos que los otros estén a nuestro servicio; cuál es nuestro trato y conducta con aquellos que están bajo nuestra autoridad?”, preguntó Mons. Pesoa.