Entre los muchos penitentes que se confesaron con el Padre Pío de Pietrelcina están dos personajes católicos de gran importancia: el Papa San Juan Pablo II y el P. Gabriele Amorth, fallecido exorcista de Roma.
La confesión de Juan Pablo II con el Padre Pío
ACI Stampa, agencia en italiano del Grupo ACI, informó que el 5 de abril de 2002, San Juan Pablo II escribió una carta sobre su encuentro con el Padre Pío.
La misiva la envió a los frailes capuchinos de San Giovanni Rotondo para su archivo, pidiendo que no se publicara antes de su muerte. La carta fue publicada en el libro El Papa y el fraile.
En 1974, cuando visitó la tumba del Santo fraile capuchino, el entonces Cardenal Karol Wojtyla dejó un registro en el libro de visitas del convento en San Giovanni Rotondo. El Padre Pío “tenía un simple y claro discernimiento y trataba al penitente con un gran amor”, escribió Juan Pablo II.
“Este encuentro con él todavía vivo y estigmatizado en San Giovanni Rotondo, lo considero como el más importante y agradezco de modo particular a la Providencia por esto”, agregó.