Autoridad vaticana ordena al obispo más joven de España: “El Señor llama a los que no lo esperan”

Tras los saludos iniciales se dio inicio al ritual de la ordenación con el Veni Creator Spiritus, que invoca la presencia del Espíritu Santo. Luego se ha hecho la presentación de Mons. Serrano y un sacerdote leyó el pedido de ordenación, tras lo cual se leyó el mandato apostólico con la bula del Papa Francisco.

La homilía de Mons. Peña Parra en la fiesta de San Mateo

“Lleva la palabra de Dios a un mundo distraído, especialmente a los jóvenes, cuyos corazones arden de esperanza”, exhortó Mons. Peña Parra a Mons. Serrano y le recordó que todo obispo “es para su pueblo ante todo un Evangelizador”.

Según refiere Vatican News, el Sustituto destacó que, en el caso del obispo más joven de España, “esta vocación, siempre la misma y siempre nueva, la llevó a escuchar y seguir a Cristo en el servicio diplomático de la Santa Sede: un seguimiento cada vez más exigente y apasionante, que amplió los horizontes de su misión sacerdotal desde España a Italia, y luego por todo el mundo”.

Después, la autoridad vaticana alentó a ser como Jesús: “un hombre santo, un fiel sucesor de los Apóstoles y un apasionado testigo de la Buena Noticia, que es el Evangelio de Jesús”.

“El Señor ilumina la esperanza de la vocación: llama a los que no lo esperan, a los que no tienen méritos. Y su palabra es palabra de salvación, que da vida nueva”, remarcó.

Así lo demuestra la historia del evangelista San Mateo, “un siervo vitalicio del poder y del dinero” que, tras la llamada de Jesús encuentra “libertad y fuerza”.

“Querido don José Luis, ¡haz tú lo mismo! En el Evangelio se cuenta la verdad de nuestra vida: tu vida cuenta la verdad del Evangelio”, animó el Sustituto.

Letanías de los Santos e imposición de manos

La nota del obispado de Urgell indica luego que tras la homilía se ha seguido con la promesa del nuevo obispo, interrogado públicamente sobre su disposición para el ministerio episcopal.

Luego Mons. Serrano se ha postrado en el suelo y se han cantado las Letanías de los Santos para después recibir la imposición de manos de los obispos presentes.

El rito ha proseguido con la unción de la cabeza con el Santo Crisma, la entrega del Libro de los Evangelios y de las insignias episcopales: la mitra, el báculo y el anillo; y los obispos presentes le han dado el abrazo de la paz al nuevo prelado.