En el día de San Mateo, Patrono de la Guardia de Finanza italiana, un cuerpo militar que celebra 250 años de fundación, el Papa Francisco los alentó a luchar contra la corrupción y promover la legalidad, a través de un “nuevo humanismo”.
Así lo indicó el Santo Padre al recibir este sábado 21 de septiembre, en el Palacio Apostólico del Vaticano, a 300 militares de la Guardia de Finanza, que sirve a la vigilancia financiera y tributaria; y que además realiza diversas tareas como rescatar migrantes en el Mar Mediterráneo y dar ayuda humanitaria ante desastres naturales.
“Su patrono es San Mateo –hoy es su fiesta–, apóstol y evangelista. Él, de hecho, había sido ‘publicano’, es decir, recaudador de impuestos, profesión doblemente despreciada en tiempos de Jesús, por ser servil al poder imperial y por corrupto. (…) Mateo representaba una mentalidad utilitarista y sin escrúpulos, dedicada sólo al ‘dios dinero’”, destacó el Papa Francisco, según informa la Oficina de Prensa del Vaticano.
“Incluso hoy en día, una lógica similar afecta a la vida social, provocando desequilibrio y marginación: desde el desperdicio de alimentos –¡que es un escándalo, el desperdicio de alimentos, es un escándalo!– hasta la exclusión de los ciudadanos del disfrute de algunos de sus derechos”.
“También el Estado puede ser víctima de este sistema; incluso aquellos Estados que disponen de ingentes recursos pero permanecen aislados en el plano financiero o del mercado global. ¿Cómo se explica el hambre en el mundo hoy, cuando hay tanto, tanto despilfarro en las sociedades desarrolladas? Esto es terrible”, continuó el Santo Padre.
Sobre la labor de la Guardia de Finanza, el Papa Francisco resaltó que es “vuestro modo concreto y cotidiano de servir al bien común, de estar cerca de la gente, de luchar contra la corrupción y promover la legalidad. Esa corrupción que se hace bajo de la mesa”.