El Papa Francisco ha llamado a los cardenales a trabajar para alcanzar el objetivo del “déficit cero” en la economía de la Iglesia Católica, mediante la reducción de costes, la búsqueda de recursos externos y generosidad evangélica.
En la misiva, fechada el pasado 16 de septiembre y que ha difundido este viernes la Oficina de Prensa del Vaticano, el Papa Francisco recuerda que hace 10 años se comenzó a reformar la Curia Romana bajo el espíritu del principio Ecclesia semper reformanda [La Iglesia siempre reformada. En este tiempo, señala, “a pesar de las dificultades y, a veces de la tentación del inmovilismo y rigidez ante el cambio, se ha conseguido mucho a lo largo de los años”.
Centrado en la reforma económica de la Santa Sede —“uno de los temas que más han caracterizado las Congregaciones generales anteriores al Cónclave”, ha puntualizado— El Papa Francisco ha reclamado “un esfuerzo adicional por parte de todos para que el ‘déficit cero’ no sea sólo un objetivo teórico, sino una meta realmente alcanzable”.
Este objetivo se fundamenta en la toma de conciencia de que “los recursos económicos al servicio de la misión son limitados y deben gestionarse con rigor y seriedad para que no se disipen los esfuerzos de quienes han contribuido al patrimonio de la Santa Sede”.
Junto al objetivo de no endeudarse, el Pontífice señala “la necesidad de que cada institución trabaje en la búsqueda de recursos externos para su misión, dando ejemplo de gestión transparente y responsable al servicio de la Iglesia”.
Por otro lado, el Papa Francisco llama a dar ejemplo “en el frente de la reducción de costes”, procurando evitar “lo superfluo” y seleccionando bien las prioridades, “favoreciendo la colaboración mutua y las sinergias”.