BUENOS AIRES,
El Obispo de Santa Rosa (Argentina), Mons. Rinaldo Fidel Bredice, señaló durante la fiesta de Santa Rosa de Lima que los cristianos deben recordar que sin sacrificio y esfuerzo no hay bienestar ni salvación eterna.
“No hay salvación sin sacrificio, sin austeridad, sin auto dominio, sin control. Dejándonos llevar por lo fácil, sin esfuerzo, ni como personas ni como nación llegaremos a nada. El facilismo no hace grande a nadie, ni a los individuos ni a los pueblos”, dijo el Prelado durante la fiesta de la primera santa de América Latina, cuya fiesta algunas regiones y países aún celebran en su antigua fecha, 30 de agosto.
“El camino que lleva a la perdición es amplio, fácil de recorrer; el camino que lleva a la gloria, tanto terrena como celestial, es espinoso, difícil”, dijo Mons. Bredice.
“Nosotros, guiados por Santa Rosa, queremos recorrer el camino de la cruz, cumpliendo los deberes del propio estado, con humildad y sencillez, descubriendo el valor divino de lo humano, de lo pequeño, ya que el Señor mira el amor que ponemos en hacer las cosas sencillas: así construiremos un mundo mejor”.
El Prelado explicó que aunque las imágenes presentan a Santa Rosa de Lima vestida de hábito, “no perteneció a ninguna congregación u orden religiosa. Era una laica consagrada que llevó hasta las últimas consecuencias la realidad de su bautismo. En cuanto al hábito con que se la presenta, responde a la costumbre de entonces, que permitía a las jóvenes que vivían en el mundo, en su familia, podían vestir el hábito religioso”.
“Tender a la santidad no es algo extraordinario, sólo realizable por algunos genios de la santidad: la santidad es y debe ser el ideal de todo bautizado. Santa Rosa, en medio del mundo, fue una mujer de oración, de penitencia, de trabajo, cuyo corazón ardía buscando la salvación de todas las almas”, agregó.