Un nuevo análisis realizado por investigadores del Instituto de Estudios Familiares examinó los estados que están atrayendo y perdiendo familias, y descubrió que las familias están abandonando muchos de los estados más progresistas de Estados Unidos y dirigiéndose a estados considerados más conservadores o políticamente diversos.
Los estados confiablemente azules —es decir, los estados que votaron por candidatos presidenciales demócratas tanto en 2016 como en 2020— perdieron 213.000 familias con niños entre 2021 y 2022, aseguraron los investigadores.
Mientras tanto, los estados que votaron por los republicanos en ambas elecciones recibieron a 181.000 familias. Los estados “violetas” que cambiaron de partido en las últimas elecciones presidenciales, como Arizona y Georgia, también registraron avances, atrayendo a 38.000 familias.
“En general, los padres no se están mudando a estados con las políticas familiares preferidas por los progresistas. Se están mudando de esos estados, incluidos los estados demócratas, como Nueva York, California, Massachusetts y Oregón, todos ellos conocidos por sus políticas familiares liberales”, escribieron los investigadores Lyman Stone y Brad Wilcox.
Los investigadores opinaron que estos datos sugieren que, a pesar de que muchos estados “azules” están implementando políticas profamilia, como créditos fiscales por hijo y licencia familiar paga, otros factores negativos en esos estados, como los altos costos de la vivienda, están llevando a las familias a buscar refugio en estados que generalmente se consideran más conservadores y que quizás aún no hayan implementado muchos programas gubernamentales para ayudar a las familias.
“Lo que estamos viendo ahora en Estados Unidos es que cientos de miles de familias con hijos se están marchando de estados con políticas familiares declaradamente generosas (desde créditos fiscales reembolsables por hijo, hasta almuerzos escolares universales) a estados sin esas políticas”, indicaron.