El Obispo de Goya (Argentina) Mons. Adolfo Ramón Canecín, celebró la solemnidad de la Exaltación de la Cruz con una Misa en el predio de la Cruz Gil y una procesión hasta el lugar, donde se está construyendo un templo dedicado a la Santísima Cruz.
El lugar donde se celebró la Misa es destino de peregrinación de muchas personas que rinden culto a Antonio “Gauchito” Gil, una figura que no forma parte del santoral católico, y que cada 8 de enero recibe a unos 250.000 fieles.
Desde hace algunos años, la diócesis local, atenta a la realidad de numerosos peregrinos que acuden al lugar, ofrece la presencia de sacerdotes e incluso del obispo, para facilitar a los devotos el acercamiento al mensaje de Jesús.
En ese marco, en el predio de la Cruz Gil, cercano a la localidad de Mercedes, espacio que pertenece al Obispado donde se está construyendo un templo católico, se celebró este 14 de septiembre una Misa por los difuntos, presidida por Mons. Canecín y concelebrada por el P. Ramón Felipe Espinoza.
En su homilía, Mons. Canecín hizo hincapié en la cruz: “Cada vez que un cristiano se santigua haciendo la cruz sobre su cuerpo, o cuando toca la cruz tomando gracia, está profesando su fe en Jesucristo crucificado y resucitado. Él es nuestro mediador supremo entre Dios y los hombres", señaló el prelado según recoge AICA.
El obispo recordó también la importancia de que "la devoción a la Cruz Gil se centre en la cruz de Nuestro Señor Jesucristo" y en nada más.