“Estoy contento con el diálogo con China”, contestó Francisco. “He escuchado cómo van las cosas de boca del secretario de Estado, y estoy contento”.
El Papa Francisco también expresó su admiración por la larga historia de China y reafirmó su firme deseo de visitar el país.
“China es una promesa y una esperanza para la Iglesia”, destacó el Pontífice
Las declaraciones del Papa sobre China se dan cuando el acuerdo del Vaticano y China, firmado por primera vez en 2018, está listo para una nueva renovación de dos años a fines de este mes.
El diálogo del Vaticano y China no siempre ha sido fluido. La Santa Sede ha admitido que China violó los términos de su acuerdo provisional sobre el nombramiento consensuado de obispos católicos en China a través de una comisión conjunta China-Vaticano, al nombrar unilateralmente obispos católicos en Shanghai y en la “diócesis de Jiangxi”, una diócesis grande creada por el gobierno chino y que no está reconocida por el Vaticano.
Los defensores de los derechos humanos han expresado su preocupación por el silencio del Vaticano durante los años de diálogo respecto a las violaciones de la libertad religiosa cometidas por el Partido Comunista Chino, como el internamiento de musulmanes uigures y el encarcelamiento de defensores de la democracia, como por ejemplo el católico Jimmy Lai, en Hong Kong.
El mes pasado, el gobierno chino reconoció oficialmente a un antiguo obispo “clandestino”, Mons. Melchior Shi Hongzhen, de 95 años, algo que el Vaticano calificó como “fruto positivo del diálogo” con Pekín.
“Todos los días llamo a Gaza”
La conferencia de prensa durante el vuelo de regreso de 12 horas del Papa a Roma fue la primera desde el inicio de la guerra en Gaza hace casi un año. En respuesta a una pregunta sobre el reciente ataque israelí a una escuela de Gaza que mató a 18 personas, incluidos dos miembros del personal de la agencia de las Naciones Unidas para los refugiados palestinos, el Papa aseguró que “la Santa Sede está trabajando”.
“Todos los días llamo a Gaza, a la parroquia de Gaza”, reveló el Papa Francisco. “En la parroquia del colegio hay 600 personas, cristianos y musulmanes. Viven como hermanos. Me cuentan cosas malas, cosas difíciles”.
Lamentando los “cadáveres de niños asesinados” en Gaza, el Papa repitió una frase que ha dicho varias veces, sobre que “la guerra es siempre una derrota” incluso para el vencedor. El Papa agregó que estaba agradecido al Rey de Jordania Abdullah II bin Al-Hussein, al que elogió por “tratar de hacer la paz”.
Deseo de visitar Canarias
El Papa Francisco, que cumplirá 88 años en diciembre y que usa con frecuencia una silla de ruedas, se mostró enérgico y sonrió a menudo mientras respondía a las preguntas de los periodistas a bordo del avión. En el último día de su viaje internacional más largo y uno de los más arduos de su pontificado, el Papa de 87 años ya estaba listo para hablar de futuros viajes.
Francisco reveló que está pensando en visitar las Islas Canarias, un archipiélago español autónomo frente a las costas del noroeste de África, especialmente por su población migrante. El presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo, le pidió al Papa que visitara las Islas Canarias en una audiencia en el Vaticano en enero.
El Papa descartó definitivamente la posibilidad de visitar Francia para la reapertura de la Catedral de Notre Dame el 8 de diciembre, solemnidad de la Inmaculada Concepción, una fiesta que el Papa tradicionalmente celebra siempre con la ciudad de Roma en la Plaza de España. Francisco fue menos tajante sobre la posibilidad de un esperado viaje a su natal Argentina. Le dijo a la periodista argentina Elisabetta Piqué que le gustaría ir a Argentina pero que “aún no está decidido” porque “hay una serie de cosas que resolver primero”.
El viaje más largo de su pontificado
En medio de mucho escepticismo sobre cómo el Pontífice sería capaz de manejar el ambicioso viaje internacional, el Papa Francisco completó su viaje más largo hasta ahora, volando un total de más de 32.000 kilómetros en siete vuelos para visitar cuatro países en el sudeste asiático y Oceanía.
En su último vuelo de regreso a Roma, el Papa avanzó lentamente por el pasillo del avión usando un bastón, antes de que lo ayudaran a sentarse en una pequeña silla plegable desde la que agradeció a los periodistas por acompañarlo en el largo viaje.
Francisco dijo estar impresionado por el arte y las danzas tradicionales que se encontró en Papúa Nueva Guinea y los rascacielos y la aparente falta de discriminación en la ciudad-estado multicultural de Singapur. El Papa agregó que Singapur pronto albergará el Gran Premio de Fórmula Uno de Singapur, lo que consideró un testimonio de cómo la ciudad es un destino internacional que atrae diferentes culturas. Mientras hablaba de su viaje, quedó claro que Timor Oriental, un país pequeño y empobrecido fundado en 2002, causó una fuerte impresión en el Papa. Se estima que 600.000 personas acudieron a la Misa papal en Timor Oriental, casi la mitad de la población del país insular, que es 98% católica.
El Papa Francisco elogió la “cultura de vida” de Timor Oriental por la alta tasa de natalidad y añadió que los países más ricos, incluido Singapur, podrían aprender de la pequeña nación que “los niños son el futuro”.
“Timor Oriental es una cultura sencilla, muy familiar, feliz, una cultura de vida con muchos niños”, dijo. El Papa subrayó que espera que este aspecto de la cultura timorense pueda protegerse de “ideas que vienen de fuera”, que pueden ser como los cocodrilos de agua salada que han invadido algunas de las prístinas playas de arrecifes de coral del joven país.
“Déjenme decirles una cosa”, añadió el Papa Francisco. “Me enamoré de Timor Oriental”.
Traducido y adaptado por el equipo de ACI Prensa. Publicado originalmente en CNA.
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