Alrededor de las 9:35 a.m. de este 13 de septiembre (hora local), en el último día de su visita a Singapur y su viaje a Asia y Oceanía, el Papa Francisco llegó a la “Casa Santa Teresa”, fundada hace 90 años, donde la congregación de las Hermanitas de los Pobres atiende a personas ancianas y enfermas.
A su ingreso saludó y dio la bendición a los ancianos que lo esperaban, para encontrarse en la capilla de la casa con unos 60 ancianos en silla de ruedas.
Una vez en la capilla, el Santo Padre les pidió que recen por él, asegurándoles también sus oraciones.
Sus plegarias, aseguró el Papa, “son muy importantes para Dios”, quien “está contento” de escucharlas.
“Muchas gracias por su paciencia y sus oraciones”, expresó.
Luego procedió a darles la bendición, con la cual, aseguró, “el Señor se manifiesta cercano a ustedes”, y recordó que “el Señor perdona todo siempre”.