RIO DE JANEIRO,
Los miembros del Supremo Tribunal Federal (STF) recibieron un memorial de la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil (CNBB) en el que les recuerdan que los bebés concebidos que padecen anencefalia no han perdido su humanidad y no deben ser abortados.
En un esfuerzo por evitar que el STF “usurpe una función exclusiva del Congreso Nacional” y despenalice el aborto de los anencefálicos, la CNBB recuerda que las autoridades deben velar por la vida humana desde la fecundación y esto no tiene que ver con la convicción religiosa de cada uno.
Los obispos piden a los magistrados discutir el inicio de la vida, su destino y el legítimo poder humano sobre otra vida, considerando “el respeto al género humano, no según una determinada confesión o convicción religiosa. Se está decidiendo la humanidad de un feto anencefálico y el sentido de esa humanidad”.
Por este motivo, la CNBB más de 20 preguntas a los magistrados para responder con honestidad al momento de evaluar su decisión, entre las que destacan:
- ¿El feto anencefálico es un ser humano o una cosa?
- Se dice que es un ser “no vivo”, ¿qué es ese ser no vivo?
- ¿Está dotado de una dignidad esencial y es merecedor de una protección especial, o es un sub-humano, una cosa de forma humana?
- ¿El es feto anencefálico una patología o es la anencefalia una patología?
- ¿El doliente se confunde con la dolencia? ¿O lo anómalo con la anomalía?
- ¿Terminaremos las dolencias diezmando a los dolientes?
- ¿La humanidad de un ser está apenas en su racionalidad? ¿Solamente los seres racionales son humanos?
Según los prelados, “el ser humano, independientemente de su forma o estado, es un persona humana, un sujeto y nunca una cosa o un ser cualquiera. La persona humana, no puede ser cosificada o descalificada según hipótesis alguna”.