“Llega un momento en que yo la estoy enfocando [con el microscopio] y recibo el susto de mi vida. Todavía me conmueve muchísimo”, expresó la especialista Nancy Jiménez, al borde de las lágrimas, al recordar el momento en que Nuestra Señora de Coromoto, Patrona de Venezuela, salió a su encuentro en 2009.
Este domingo 8 de septiembre, la Iglesia Católica en Venezuela celebró los 372 años de la segunda aparición de la Santísima Virgen al cacique Coromoto, líder de la tribu Cospe. Aquel día de 1652, la “Bella Señora” —como le decía Coromoto— dejó en su mano una muy pequeña reliquia con su imagen, que científicos como Jiménez no dudan en catalogar de “milagrosa” debido a varias de sus características.
Desde la Basílica Menor Santuario Nacional de Nuestra Señora de Coromoto, en la ciudad de Guanare, en los llanos venezolanos, lugar preciso de la segunda aparición, Jiménez contó a ACI Prensa lo que sintió al darse cuenta de que la Virgen está realmente “viva” en la reliquia.
En 2009, la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) organizó a un equipo de especialistas para restaurar la sagrada reliquia, para ese entonces muy deteriorada. Entre ellos estaba Jiménez, restauradora de obras de arte sobre papel y documentos antiguos.
“En ese momento en que la estoy cuadrando, veo que hay un ojo al otro lado del microscopio que me está viendo. El susto fue… Yo dije una mala palabra, empujé el microscopio y salí corriendo de allí”, afirmó Jiménez.