Aunque la frase popular indica que “Dios está en todos lados, pero atiende en Buenos Aires”, fue justamente un porteño quien decidió cambiar las reglas del juego: el 22 de julio pasado, el Papa Francisco determinó que la sede primada de la Iglesia Católica en Argentina, históricamente ubicada en Buenos Aires, se traslade a Santiago del Estero, una diócesis norteña que bien podría ubicarse bajo el concepto de las “periferias”, por las que el pontífice tiene predilección.
El lema elegido para este acontecimiento histórico es “Santiago, primera en misión: ‘Vayan y cuenten’”, y hace alusión a los motivos por los que el Papa Francisco decidió promover la Diócesis a Arquidiócesis y otorgarle la distinción de sede primada: allí, en 1570, por primera vez en el que luego sería el territorio argentino, un sucesor de los apóstoles anunció el Evangelio.
Obispos de todo el país llegan a la “Madre de Diócesis”
La Misa que oficializará este gesto de “reparación histórica” propuesto por el Santo Padre, será el sábado 7 de septiembre a las 17:00 horas en la Catedral Basílica Nuestra Señora del Carmen.
Desde la Municipalidad local, obispos de todo el país, sacerdotes, diáconos, seminaristas, lectores y monaguillos partirán en procesión hacia la catedral para participar de la celebración en la que el Nuncio Apostólico, Mons. Miroslaw Adamczyk, leerá la Bula Pontificia que declara a Santiago del Estero Arquidiócesis primada de Argentina.
La animación estará a cargo del cantautor Manolo Herrera y el grupo Descendencia, cuyo repertorio forma parte de la obra “La Misa santiagueña”, con el propósito de resaltar la riqueza cultural, espiritual, y la identidad de Santiago del Estero.