Que el recibir la Eucaristía nos lleve a ser como Cristo y no se convierta en “sólo un teatro”, fue el llamado que hizo ayer el Nuncio Apostólico en Ecuador, Mons. Andrés Carrascosa, durante la Misa inaugural del Simposio Teológico, el evento previo a la celebración del Congreso Eucarístico Internacional Quito 2024.
Acompañado de obispos y sacerdotes, el representante vaticano presidió la Eucaristía en la parroquia María Auxiliadora, ubicada cerca a la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE), donde se lleva a cabo el simposio hasta el 7 de septiembre con el tema Fraternidad para sanar el mundo.
En su homilía, Mons. Carrascosa reflexionó sobre la celebración de la Eucaristía y en ese sentido advirtió del riesgo de caer en “un culto vacío de contenido que no es agradable a Dios”, en el que las personas puedan terminar practicando una doble vida, en la que la fe no sea respaldada con el testimonio.
Para explicarlo, el nuncio recordó que “en la Eucaristía celebramos que el Señor entregó su vida por cada uno de nosotros y nos transforma en sí mismo”.
“Eso significa que pasamos a ser aquello que recibimos”, señaló. Mons. Carrascosa, y añadió que “la Eucaristía no sólo produce la transformación de cada persona que lo recibe en Cristo, sino que como verdadero sacramento de unidad produce también la fraternidad entre los hombres, la comunión entre los hermanos de Jesús”.
“Ningún elemento de nuestra fe tiene tanto que ver con la paz, con la unidad, con la fraternidad, como la Eucaristía”, afirmó.