VATICANO,
¿Por qué es trascendente el gesto del Papa Juan Pablo II de devolver a Rusia el Icono de la Madre de Dios de Kazán? La respuesta está en la historia cristiana del mismo pueblo ruso que considera a la venerada imagen como su reliquia más sagrada, su Madre y Protectora.
Hay varias versiones sobre el origen del Icono de Kazán, pero todas coinciden en la rapidez con que la devoción se difundió en el país y cómo se conectó al destino de Rusia como nación.
La imagen fue llevada por los generales a las batallas y se hizo conocida como la Kazanskaya, la "Protectora de Rusia". Se convirtió en el símbolo ruso de la Victoria y la libertad. Nuestra Señora de Kazán es la patrona de miles o quizás millones de hogares rusos.
Una de las historias más difundidas cuenta que en 1579, una niña de nueve años de edad llamada Matrona, cuya casa se incendió en Kazán, vio en un sueño la imagen de la Virgen María y escuchó una voz que le pedía recuperar un icono sagrado oculto en las cenizas de su hogar.
La niña descubrió el icono envuelto en un antiguo lienzo y oculto bajo una estufa, donde habría sido enterrado desde la persecución cristiana emprendida en el siglo XIII por los tártaros. La imagen fue trasladada triunfalmente a la iglesia más cercana, el templo de San Nicolás y luego a la Catedral de la Anunciación, donde se hizo famoso por milagrosas curaciones de personas ciegas que acudían a rezar.
Cien años después, en 1679, se construyó un templo en honor al icono en Kazán. Sin embargo, ahí se instaló una copia porque la verdadera imagen fue conservada en Moscú desde la victoria rusa sobre los polacos. In 1821 la imagen original se mudó una vez más, esta vez a San Petersburgo donde fue instalada en la nueva Catedral de Kazán. Para esa época, el icono ya era muy popular ya habían nueve copias "milagrosas" en todo el país.