El asesinato el pasado 18 de agosto de Mateo Gómez, un niño de 11 años que fue apuñadalo mientras jugaba al fútbol, conmocionó a España. Hoy, su camiseta ha llegado hasta las manos del Papa Francisco.
Un asesinato que conmocionó a España
En una tarde de verano en la tranquila localidad de Mocejón, Toledo (España), el pequeño de 11 años jugaba al fútbol junto a sus amigos cuando un joven con la cara cubierta accedió al campo con un cuchillo.
Muchos de los niños consiguieron escapar, pero el presunto asesino, de 20 años, alcanzó a Mateo, a quien asestó 12 puñaladas.
El tío de Mateo, que se encontraba cerca del lugar de los hechos, intentó reanimar a su sobrino, pero lamentablemente perdió la vida antes de que llegaran los servicios de emergencia.
El asesino confeso, quien padece una discapacidad del 75%, huyó del campo de fútbol y estuvo 30 horas en búsqueda y captura, hasta que fue encontrado por la Guardia Civil en casa de su padre.