Dentro de poco se inicia en Quito (Ecuador) el Congreso Eucarístico Internacional 2024. Por ello, y para saber qué se debe hacer cuando se prepara una procesión eucarística, te explicamos lo que se considerar para este tipo de eventos en los que el Santísimo Sacramento recorre las calles acompañado de los fieles.
1. La procesión eucarística es un testimonio público de la fe católica
El Ritual de la Sagrada Comunión y del culto a la Eucaristía fuera de la Misa señala en el numeral 101 que “el pueblo cristiano da testimonio público de fe y piedad hacia el Santísimo Sacramento con las procesiones en que se lleva la Eucaristía por las calles con solemnidad y con cantos”.
2. El permiso de la Iglesia lo concede el obispo local
El mismo texto precisa que es el obispo diocesano quien debe “juzgar sobre la oportunidad, en las circunstancias actuales, acerca del tiempo, lugar y organización de tales procesiones, para que se lleven a cabo con dignidad y sin detrimento de la reverencia debida a este Santísimo Sacramento.
En ese sentido, el canon 944 del Código de Derecho Canónico, la ley que regula a la Iglesia universal, establece que el obispo es quien debe “dar normas sobre las procesiones, mediante las cuales se provea a la participación en ellas y a su decoro”.