Condena del Papa Francisco tras atentados terroristas que dejaron cientos de víctimas en Burkina Faso

Fue el tercer ataque ocurrido en agosto en la nación africana y “se trata uno de los ataques más sangrientos en la historia del país, que sufre el terror islamista desde 2015”.

Según informes de diferentes medios de comunicación locales, los residentes de la comunidad de Barsalogho, a unos 30 kilómetros al norte de Kaya, capital de la región Centro-Norte, “estaban cavando trincheras defensivas para protegerse de los ataques terroristas cuando de repente más de 100 yihadistas aparecieron en motos y dispararon a la gente, civiles y soldados por igual. Entre las víctimas habría mujeres, niños y ancianos”.

El Obispo de Kaya, Mons. Théophile Nare, describió el ataque como una “tragedia de dimensiones sin precedentes desde el comienzo de los ataques terroristas” y llamó a tres días de oración para “reparar todos los ataques a la vida humana” en los que se ha derramado la sangre de personas inocentes.

El ataque yihadista del 25 de agosto en Burkina Faso

ACN también denunció que yihadistas asesinaron a 26 hombres dentro de una iglesia cristiana. Entre las víctimas de los extremistas islámicos había también católicos.

La masacre se produjo el 25 de agosto, en medio de un ataque al poblado de Sanaba, en el oeste de Burkina Faso.

ACN relata que los yihadistas rodearon el poblado, reunieron a sus habitantes, ataron a todos los hombres cristianos mayores de 12 años, los llevaron a una iglesia cristiana cercana y los degollaron a todos.

Las fuentes de ACN indican que a causa de la violencia de los extremistas islámicos “cerca de 5.000 mujeres y niños han buscado refugio en la ciudad de Nouna”, en la zona noroccidental del país, cerca de la frontera con Malí.

De acuerdo a la fundación pontificia, desde mayo de 2024 aproximadamente 100 cristianos fueron asesinados en la zona noroccidental de Burkina Faso, mientras que “otros han sido secuestrados, sin que se tenga noticia de su paradero”.

En la Diócesis de Nouna, en la que se encuentran poblados como Sanaba y Zekuy, “un gran número de lugares de culto católicos, protestantes y animistas han sido destruidos o incendiados en los últimos meses”, indica ACN.