Un nuevo estudio de un investigador italiano, que analiza la sangre en la Sábana Santa o Sudario de Turín, sostiene que las manchas de la famosa Síndone son consistentes con la tortura y crucifixión de Jesucristo, tal como se describe en los Evangelios.
Giulio Fanti, profesor de mediciones mecánicas y térmicas en la Universidad de Padua, afirma que un análisis macroscópico y microscópico de las manchas de sangre refleja con precisión “las condiciones físicas relacionadas con Jesucristo”, que son “consistentes con la descripción de Jesucristo en la Santa Biblia y, en particular, en los cuatro Evangelios canónicos”.
Fanti ha escrito más de 50 estudios sobre la Sábana Santa de Turín y también ha publicado libros sobre el tema. El Sudario, una tela de entierro que muchos creen se utilizó para envolver el cuerpo de Cristo después de ser crucificado, ha sido objeto de un importante debate académico en las últimas décadas, con algunos defendiendo su autenticidad y otros asegurando que es una falsificación medieval.
La Sábana está impresa con el cuerpo y la cara de un hombre con una corona de espinas y está cubierto de manchas de sangre. Se conserva en la Capilla de la Sábana Santa en Turín, Italia, donde muchos católicos la veneran como una reliquia sagrada de la crucifixión de Cristo. El Vaticano no tiene una posición oficial sobre su autenticidad.
Según el estudio de Fanti, las manchas de sangre al costado y en la parte frontal del Sudario muestran sangre fluyendo en tres direcciones diferentes: vertical, con el cuerpo en posición vertical; inclinada a un ángulo de 45 grados; y horizontal, con el cadáver reposando de lado.
Fanti afirma que “los pequeños hilos muestran un cambio repentino en su dirección; es probable que las corrientes de sangre se produjeran cuando el cadáver fue movido”.