En la tarde de este 27 de agosto, día en el que se celebra a Santa Mónica, el Papa Francisco salió del Vaticano para visitar la iglesia romana de San Agustín, donde se encuentra la tumba de la santa.
El Santo Padre llegó a la céntrica iglesia, situada a pocos metros de la famosa Piazza Navona, y se detuvo en oración en la capilla donde se custodian los restos de la santa cuya fe y oración sin descanso logró la conversión de su hijo.
Según informó la Oficina de Prensa de la Santa Sede, el Pontífice también se detuvo para orar ante la imagen de Nuestra Señora de los Peregrinos.
A la salida del templo, saludó a los frailes, monjas y peregrinos presentes; para luego regresar al Vaticano.
Se trata de la segunda vez que el Papa Francisco visita “por sorpresa” la tumba de esta santa patrona de las esposas y modelo de mujer y madre. La primera vez fue en 2020.
Años atrás, en 2017, con motivo de la festividad de Santa Mónica, el Pontífice escribió en su cuenta de X: "¡Cuántas mamás vierten lágrimas, como Santa Mónica, para que los hijos regresen a Cristo!¡No pierdan la esperanza en la Gracia de Dios!".