El Papa Francisco se pronunció hoy sobre la reciente aprobación en Ucrania de una ley que prohíbe la presencia en el país de la Iglesia Ortodoxa vinculada al Patriarcado de Moscú (Rusia), y pidió “que se deje rezar a quien quiere rezar en la que considera su Iglesia”.
Después de rezar el Ángelus este domingo 25 de agosto, frente a los fieles congregados en la Plaza de San Pedro en el Vaticano, el Santo Padre expresó: “continúo siguiendo con dolor los combates en Ucrania y en la Federación Rusa, y pensando en las normas de ley adoptadas recientemente en Ucrania me asalta un temor por la libertad de quien reza, porque quien reza de verdad reza siempre por todos”.
“No se hace mal por rezar. Si alguien hace mal a su pueblo, será culpable de esto, pero no puede haber hecho mal por haber rezado”, dijo el Papa.
“Y entonces que se deje rezar a quien quiere rezar en la que considera su Iglesia. Por favor, que ninguna Iglesia Cristiana sea abolida, directa o indirectamente. ¡Las Iglesias no se tocan!”, añadió.
El 20 de agosto, con una amplia mayoría, el parlamento ucraniano prohibió la presencia en el país de toda organización religiosa vinculada a Rusia, país que detonó la guerra entre ambas naciones en febrero de 2022. La norma lleva como título “Sobre la protección del orden constitucional en el contexto de las actividades de las organizaciones religiosas”.
El Papa Francisco pidió hoy también que los fieles católicos sigan rezando “porque se ponga fin a las guerras, en Palestina, en Israel, en Myanmar y en cualquier otra región. ¡Los pueblos piden paz! Recemos para que el Señor nos dé, a todos, la paz”.