La Iglesia Católica maronita “es la voz más influyente en la vida libanesa” y “desempeña un papel crucial” en el Líbano, según aseguró Mons. Abdo Abou Kassem, director de comunicación de la Conferencia de Obispos del Líbano, en entrevista con EWTN Noticias.
La crisis política y económica que atraviesa el país, desde 2019, se ve exacerbada por la falta de presidente, la escasez de liderazgo “y el egoísmo de los políticos, que no priorizan el servicio nacional”, indicó Mons. Kassem.
“La Iglesia en el Líbano desempeña un papel crucial en la vida nacional, más allá de lo político, pues siempre está presente con los fieles, sean cristianos o musulmanes”, aseguró el director de comunicación del Episcopado.
Además, destacó que cada semana el patriarca maronita, el Cardenal Bechara Raï, hace llamados al liderazgo político “para que asuman sus deberes y se restablezca la normalidad política, especialmente en un momento en el que el Líbano carece de un presidente”.
Mons. Kassem destacó que la Iglesia liderada por el patriarca es la principal defensora de los derechos de los libaneses y ofrece apoyo significativo en educación y salud, especialmente a los cristianos. Sin embargo, la migración de los jóvenes —motivada por la desconfianza en los políticos y en las acciones de la Iglesia— representa una grave pérdida, tanto para el futuro del país como para la comunidad religiosa.
El Episcopado del Líbano trabaja de la mano con diversas organizaciones para garantizar el apoyo a los más vulnerables. Además, han intentado crear “una tarjeta central” que incluya a todos los cristianos del país, con el fin de gestionar las ayudas de manera más eficiente, pero no ha logrado ser implementada.