La dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo en Nicaragua canceló la personalidad jurídica de 1.500 organizaciones sin fines de lucro (OSFL) —también conocidas como organizaciones no gubernamentales (ONGs)— entre ellas Cáritas de Granada y una gran cantidad asociaciones católicas y evangélicas; y desterró a Roma a otros dos sacerdotes católicos.
La decisión de la cancelación de las 1.500 organizaciones se dio a conocer a través del acuerdo ministerial 38-2024-OSFL, publicado el 19 de agosto en el diario oficial La Gaceta, y firmado por la ministra del Ministerio del Interior de Nicaragua, María Amelia Coronel Kinloch.
El texto señala que las 1.500 OSFL “han incumplido con sus obligaciones” como no reportar “por periodos de entre 01 y hasta 35 años sus estados financieros”.
El acuerdo ministerial precisa que la Procuraduría General de la República deberá realizar el traspaso de los bienes muebles e inmuebles de todas estas organizaciones “a nombre del Estado de Nicaragua”.
De acuerdo al diario La Prensa, es la primera vez que el gobierno cierra un número tan grande de OSFL a través de un solo acuerdo ministerial.
Esto sucede además cuatro días después de que la dictadura anunciara una nueva forma de trabajar con las ONGs y les exigiera hacer “alianzas” con el estado para poder controlarlas.