A pocas semanas de que Claudia Sheinbaum asuma la presidencia de México, el próximo 1 de octubre, la Iglesia Católica hizo un llamado tanto a las autoridades electas como a los ciudadanos para “trabajar juntos como país por la reconciliación”.
Sheinbaum, quien ganó las elecciones presidenciales del 2 de junio representando a la alianza Sigamos Haciendo Historia —compuesta por MORENA, el Partido del Trabajo (PT) y el Partido Verde Ecologista de México (PVEM)—, sucederá a Andrés Manuel López Obrador.
En un editorial publicado el domingo 18 de agosto en su semanario Desde la Fe, la Arquidiócesis Primada de México instó a la presidente electa a aprovechar el proceso de transición para “construir una reconciliación con bases sólidas, que ayude a superar los conflictos que nos dividen, fortalecer la unidad nacional y abrir las puertas al diálogo y la escucha mutua”.
La invitación se extendió a los legisladores del Congreso de la Unión que asumirán funciones el 1 de septiembre, así como al jefe de gobierno de la Ciudad de México y los nuevos gobernadores de Chiapas, Jalisco, Guanajuato, Morelos, Tabasco, Puebla, Veracruz y Yucatán, quienes deberán asumir sus cargos antes de finalizar el año.
La Arquidiócesis de México aclaró que la reconciliación no implica “decidir por el otro, y tampoco encasillar a todos en esquemas preestablecidos”, sino “aprender a caminar juntos”.
“Cuando hablamos de reconciliación, nos referimos a reconciliarnos con los hechos que nos han dolido, que han causado sufrimiento, con la memoria herida y las injusticias sufridas”, indicó.