El 14 de agosto fue el día de la fiesta de San Maximiliano Kolbe, un santo conocido por su heroico martirio en Auschwitz (Polonia) en 1941, cuando se ofreció para ser ejecutado en lugar de otro prisionero.
Como muchos santos católicos, hoy en día existen reliquias del P. Kolbe, que son piezas del cuerpo de un santo (de primera clase) u objetos que poseían (de segunda clase) que son veneradas por los fieles católicos debido a la cercanía del santo con Dios.
Pero en el caso de Kolbe, la única parte de su cuerpo que aún existe es su característica barba larga, que un compañero fraile logró salvar antes de la muerte del santo. El resto de su cuerpo fue incinerado en los hornos de Auschwitz después de que los nazis lo asesinaran.
Hoy en día, las reliquias de la barba de Kolbe tienen un significado especial para el P. John Paul Mary, MFVA, quien se desempeña como capellán de los empleados de EWTN. Los frailes de los Franciscanos Misioneros del Verbo Eterno (MFVA) guardan una reliquia de la barba de Kolbe, que fue un regalo para EWTN, en el set de televisión mientras graban su programa semanal de EWTN “Life on the Rock” (EWTN es la empresa matriz de ACI Prensa).
Kolbe, también fraile franciscano, decidió mantener la barba que había dejado crecer tras su regreso de seis años de trabajo misionero en Japón. En aquellos días, era costumbre que los misioneros dejaran crecer largas barbas, y Kolbe quiso conservarla como un recordatorio de sus días como misionero y como un recordatorio de ser siempre un “misionero” del Evangelio.