Los Juegos Olímpicos de París 2024 han sido escenario no solo de proezas deportivas, sino también de demostraciones de fe y devoción por parte de atletas de todo el mundo.
A pesar de la norma 50 de la Carta Olímpica, que prohíbe cualquier tipo de manifestación religiosa, algunos deportistas no han ocultado su fe y la han mostrado con orgullo en momentos clave de la competencia.
Mejor atleta de Brasil le agradece a Dios la oportunidad
La gimnasta brasileña Rebeca Andrade conquistó la medalla de oro en la final de piso femenino, logrando su segundo oro olímpico y su sexta medalla en total, consagrándose como la mejor medallista entre los atletas de su país. En la competencia superó a Simone Biles, la gimnasta olímpica estadounidense que más medallas ha ganado.
En una entrevista con CazéTV, Andrade comentó: “Esta medalla no fue porque le pedí a Dios una medalla, Él me dio la oportunidad de conquistarla. Pasé por todo lo que tuve que pasar, trabajé, sudé, lloré, me esforcé, reí, me divertí, viajé. Entonces siento que hice esto posible también y Él siempre estuvo allí bendiciéndome, protegiéndome y sintiéndose orgulloso de mí, sabiendo que su sierva siempre estaba dando lo mejor.”