Varios sacerdotes del estado Trujillo, en la región andina de Venezuela, han sido atacados por el gobernador chavista Gerardo Márquez, quien los acusó de “fascistas” y los amenazó con encarcelarlos, en medio de la coyuntura y la tensión política y social que reina en el país, tras el anuncio de Nicolás Maduro como supuesto ganador de las elecciones presidenciales del pasado 28 de julio.
Un sacerdote venezolano, cercano al caso pero que decidió mantener el anonimato por seguridad, expresó a ACI Prensa que callar ante las injusticias y los atropellos “es ponerse del lado de los que tiranizan a los pueblos” y que el deber de los presbíteros es “caminar del lado de los que sufren”.
A través de su programa radial Háblame, Gerardo —que también se transmite en vivo por YouTube— el gobernador afirmó que los “irresponsables curas fascistas” serán detenidos y “estarán bajo las rejas [sic] en las próximas horas. Las amenazas del funcionario chavista fueron pronunciadas el 2 de agosto y, hasta hoy, aún no se han concretado.
Márquez se refirió también a los manifestantes que han sido detenidos desde el 29 de julio en la entidad, afirmando que ya están todos capturados y que “en Tocorón y Tocuyito van a tener tiempo para que reflexionen”, ambas prisiones comunes a las que han sido enviados los detenidos, que servirán como centros de “reeducación”, en palabras de Nicolás Maduro.
No es la primera vez que el gobernador de Trujillo ataca a sacerdotes o se refiere a los católicos. Según recoge el diario Los Andes, a mediados de julio, habló sobre el párroco de la iglesia San José —P. Elías Artigas— como “un vagabundo” que utiliza los púlpitos para hacer campaña política en favor del “imperialismo norteamericano”.
“Dios no le presta atención a este cura porque Dios es chavista y está con la revolución bolivariana”, añadió Márquez.