Un antiguo huésped europeo ha vuelto a Cuba después de 18 años. Se trata de Mons. Antoine Camilleri, el nuevo Nuncio Apostólico para el país caribeño, que ayer 30 de julio fue acogido en una ceremonia por los obispos cubanos.
Mons. Camilleri, originario de la isla de Malta, ya había estado en Cuba en los años 2005 y 2006 como miembro de la sede diplomática vaticana en La Habana.
Después de haber servido como nuncio apostólico en países de Oceanía y África, el prelado vuelve a América, luego que el 20 de mayo el Papa Francisco lo nombrara su representante en la isla.
En una nota enviada por la Oficina de Comunicaciones de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba (COCC), se informó que el prelado entregó su carta presentación al presidente del Episcopado cubano, Mons. Emilio Aranguren, quien le agradeció su presencia en el país, donde peregrina una Iglesia pobre, necesitada y débil, pero que permanece y está viva.
“Para terminar, hizo referencia a que el nuevo nuncio tuvo la oportunidad de conocer este pueblo y esta iglesia. Le dejó saber que los obispos cubanos quieren, de manera especial, tener un estrecho vínculo de comunión entre el Papa, la nunciatura en Cuba y el pequeño colegio episcopal que él preside”, indicó la COCC.