En su mensaje después del Ángelus, el Papa Francisco expresó su profundo pesar por la tragedia ocurrida en el sur de Etiopía, donde un deslizamiento de tierras ha devastado un poblado, dejando más de 250 fallecidos y miles de afectados.
“Aseguro mi oración por las víctimas del deslizamiento de tierras que arrolló un poblado en el sur de Etiopía. Estoy cerca de esta población que sufre tanto y de todos los que la están socorriendo”, expresó el Pontífice ante la multitud congregada en la Plaza de San Pedro el 28 de julio.
Según un comunicado de la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), hay 257 personas fallecidas y más de 15.000 necesitan ser evacuadas por los deslizamientos de tierra ocurridos los días 21 y 22 de julio en la zona de Gofa, región del sur de Etiopía. Se espera que el número de muertos aumente hasta 500 personas.
Las operaciones de búsqueda y rescate continúan bajo la dirección de las autoridades locales y con el apoyo de la Cruz Roja Etíope y miembros de la comunidad.
En su mensaje, el Papa Francisco enfatizó la importancia de la solidaridad internacional en momentos de crisis como la actual, llamando a la comunidad global a prestar atención y ayuda a los afectados. “Mientras en el mundo hay tanta gente que sufre calamidades y hambre, se siguen fabricando y vendiendo armas y se queman recursos para alimentar guerras grandes y pequeñas”, denunció el Santo Padre.
“Este es un escándalo que la comunidad internacional no debería tolerar, y que contradice el espíritu de fraternidad de los Juegos Olímpicos que acaban de comenzar”, agregó.