El drama de la trata de personas volvió a tomar la escena en Argentina, a raíz de la desaparición del pequeño correntino Loan Danilo Peña, de 5 años, quien es intensamente buscado desde el 13 de junio, en una causa que conmociona al país.
Una de las principales sospechas, que mantiene a las fuerzas de seguridad realizando investigaciones y rastrillajes, apunta a un caso de trata de personas. Por eso, a pocos días de conmemorar el día mundial contra este delito, la Conferencia Episcopal Argentina se pronunció con preocupación por “este crimen que viola la dignidad y los Derechos Humanos”.
Tras manifestar “dolor y preocupación por la desaparición de Loan y de otros niños, niñas y jóvenes, muchos de ellos sumidos en situaciones de empobrecimiento y vulneración de derechos”, los obispos argentinos aseguraron que se trata de una herida que “nos duele hasta el infinito”.
El Episcopado se refirió luego a la normativa vigente en el país, recordando que años antes de que sea aprobada la ley que condena esta práctica, la Iglesia Católica ya había abordado la tarea de combatir la trata y explotación de personas, a la luz del magisterio del Papa Francisco y con el clamor “No a la trata”.
En ese sentido, recordaron que el 8 de febrero, memoria de Santa Josefina Bakhita, el Papa exhortó a “abrir los ojos y los oídos, para ver a los que permanecen invisibles y escuchar a los que no tienen voz; para reconocer la dignidad de cada uno y para actuar contra la trata y contra toda forma de explotación”.
Por eso, al acercarse el 30 de julio, Día Mundial Contra la Trata de Personas, la Conferencia Episcopal, junto al Equipo No a la Trata, reiteró su mirada sobre la situación actual, reclamando “un Estado activo en el combate del delito de Trata de personas, con diseño, planificación, ejecución, seguimiento y control de las políticas públicas de prevención”.