Las vacaciones no nos dispensan de asistir al encuentro con Cristo en la Misa dominical, recordó el Arzobispo de Miami, Florida (Estados Unidos), Mons. Thomas Wenski, a los fieles que por estas semanas disfrutan de su periodo de descanso.
En su columna titulada No hay vacaciones de la Misa dominical, el prelado estadounidense recuerda que “la participación en la Eucaristía dominical es obligación de todo católico practicante”, ya que “es a través de estos encuentros sacramentales con el Señor como crecemos en la gracia necesaria para ser fieles a nuestra vocación bautismal a la santidad”.
Para subrayar la necesidad de garantizar la Misa dominical, el arzobispo recuerda que cuando era seminarista, el rector siempre les advertía antes del receso del verano que “no hay vacaciones de la vocación”.
“Era un consejo sabio; después de todo, éramos seminaristas aun cuando estuviéramos lejos del ambiente estructurado del seminario, con sus horarios fijos para la oración y la Misa diaria”.
“Me parece —asegura— que éste es un consejo sabio para todos los católicos, al planificar las vacaciones que nos llevarán lejos de nuestros hogares y parroquias. No puede haber vacaciones de nuestra vocación fundamental a la santidad. La fidelidad a la asistencia a Misa está vinculada de manera inextricable a esa vocación”.
En ese sentido, Mons. Wenski pone como ejemplo a los fieles que durante sus vacaciones en Orlando, Florida, además de disfrutar de las atracciones turísticas, “buscaban la Misa dominical, aunque estuvieran lejos de sus hogares”.