El Centro de Derechos de las Víctimas de Violencia “Minerva Bello”, que pertenece a la Diócesis de Chilpancingo-Chilapa, en el estado mexicano de Guerrero, denunció que un “hombres armados” persiguieron el miércoles 17 de julio el vehículo en el que viajaba el P. José Filiberto Velázquez Florencio, conocido como el “Padre Fili”, sacerdote que ha tenido un rol clave en los diálogos por la paz frente al crimen organizado.
A través de un comunicado, el centro de derechos humanos dirigido por el P. Velázquez relató que el sacerdote había estado acompañando a normalistas —docentes en formación— y a migrantes en el estado de Chiapas. Cuando emprendió su regreso a Guerrero, notó que era “seguido por un vehículo tipo camioneta con hombres armados” que le hizo señas para que se detenga, señala el documento.
El equipo de seguridad de Protección Federal, que acompaña al sacerdote como parte del Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas al que está inscrito por ataques previos, habría decidido no detenerse y dirigirse a la caseta de peaje más cercana, “lo que provocó una persecución persistente y amenazante”.
Al llegar a la caseta, el vehículo agresor se habría dado la vuelta. El comunicado indica que, tras lo ocurrido, se solicitó apoyo en dos retenes de la zona, pero “desafortunadamente ni la Guardia Nacional ni el Ejército han prestado auxilio”.
Al ser consultado por ACI Prensa el 19 de julio si consideraba que la persecución estaba relacionada con su trabajo en la defensa de derechos humanos, el P. Velázquez Florencio dijo: “Sí, y también por el contexto de violencia actual y de impunidad en México”.