La genuflexión es una práctica muy arraigada en la Iglesia Católica, pero podría perder su sentido y la forma como se realiza si no se comprende la razón por la que se estableció. Por ello les compartimos 4 datos sobre la importancia de este acto de honor, lealtad y amor hacia Cristo Eucaristía.
1. La genuflexión
La sección pastoral de la Arquidiócesis de Sevilla (España) indica que la palabra genuflexión proviene del latín medieval genuflexĭo: gĕnu (rodilla) y flexĭo (flexión). Por otro lado, la Instrucción General del Misal Romano describe que la genuflexión “se hace doblando la rodilla derecha hasta la tierra” y “significa adoración”.
La arquidiócesis española precisa que esta era una señal de respeto que se hacía a los reyes y nobles durante la Edad Media y está incluida en la liturgia desde el siglo XVI. No obstante, precisa que a la nobleza se les veneraba doblando la rodilla izquierda. Por eso los cristianos optaron por doblar la rodilla derecha, como signo de devoción que se rinde solamente a Dios.