En Venezuela, el Cardenal Baltazar Porras señaló a un general del ejército por las agresiones que sufrieron Mons. Jesús González de Zárate, Arzobispo electo de Valencia y presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), y el equipo de Cáritas Venezuela, mientras atendían a las personas afectadas por las fuertes lluvias y la crecida de un río en la localidad de Cumanacoa, en el oriente del país.
El pasado 3 de julio, un día después de la tragedia, el líder del régimen chavista Nicolás Maduro designó al mayor general Nayade Lockiby Belmonte como “autoridad única” de Cumanacoa para atender la emergencia generada por el paso del huracán Beryl frente a las costas venezolanas, que generó fuertes lluvias y ocasionó el desbordamiento del río Manzanares.
Según las informaciones oficiales, 31.000 personas resultaron afectadas, 6 resultaron fallecidas y casi 8.000 viviendas sufrieron daños graves. En medio de este complicado contexto, la Iglesia Católica en Venezuela dispuso diferentes vías de apoyo para el pueblo de Cumanacoa, especialmente a través de Cáritas.
El lunes 15 de julio, diferentes medios y voceros denunciaron una agresión sufrida por Mons. González durante la celebración de la Misa y antes de disponerse a entregar ayuda material a los damnificados.
El portal de noticias NTN24 recogió el testimonio de personas del pueblo, quienes señalaron que “uniformados castrenses interrumpieron la homilía y advirtieron a González Zárate que el único autorizado para repartir ayuda a los afectados era el gobernante Nicolás Maduro”.
“Ante el asombro y los gritos de los feligreses, que oraban por Cumanacoa, los Guardias respondieron de manera insultante y la iglesia debió ser cerrada. Antes de retirarse, la GNB [Guardia Nacional Bolivariana] exigió a monseñor que se marchara del lugar, así como la organización Cáritas”, señaló NTN24