Tras años de planificación, el Congreso Eucarístico Nacional comenzó oficialmente el miércoles por la tarde con la culminación triunfante de las Peregrinaciones Eucarísticas Nacionales, la solemne entrada de la Eucaristía en una custodia de oro bendecida por el Papa, y discursos de destacados líderes católicos que marcaron el tono para este histórico evento de cinco días.
El congreso, que ha atraído a decenas de miles de personas al estadio Lucas Oil en el centro de la ciudad de Indianápolis, es el primer evento de este tipo que se celebra en los Estados Unidos desde la Segunda Guerra Mundial. Fruto del proyecto plurianual de Avivamiento Eucarístico de los obispos católicos del país, el congreso tiene como objetivo fortalecer a los católicos en su fe y amor por la Eucaristía —el cuerpo y la sangre de Jesús— como preparación para un año especial de misión a nivel nacional.
Desde el 17 de julio hasta el mediodía del domingo, el congreso promete numerosas oportunidades para la adoración eucarística y la Misa, así como exhibiciones, vendedores, música, charlas y sesiones especiales dirigidas a católicos de todos los ámbitos.
El 17 de julio, los primeros en llegar fueron los Peregrinos Perpetuos, cuatro grupos de jóvenes que llevaron la Eucaristía en un recorrido colectivo de 10.460 kilómetros a través de ciudades, montañas y llanuras, convergiendo finalmente el martes en la Iglesia Católica de San Juan Evangelista en el centro de Indianápolis. Cada grupo de peregrinos se acercó al escenario entre aplausos resonantes, colocando una imagen correspondiente al santo patrono de cada ruta.
Luego llegó el momento de que apareciera la verdadera estrella del espectáculo.