El Papa Francisco se hizo presente mediante una carta en el 30° aniversario del atentado a la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), ocurrido en la mañana del 18 de julio de 1994 en la ciudad de Buenos Aires, y por cuyas 85 víctimas aún sigue vigente el reclamo de justicia.
Como cada año, el acto conmemorativo se realizó a las 9:53 horas (hora local), recordando el momento exacto en el que, 30 años atrás, un coche bomba explotó al frente del edificio, destruyéndolo casi por completo y causando daños severos en la zona circundante.
Hoy, la fachada de la AMIA es un memorial que recuerda a quienes fallecieron a causa del mayor atentado en la historia del país, que hoy continúa impune.
En su carta, el Santo Padre destacó el “espíritu de recuerdo y reflexión” que ocupa esta fecha. “La memoria de aquellos que murieron en esa tragedia oscura sigue viva en nuestras oraciones y en nuestro compromiso continuo con la justicia”, aseguró.
“La memoria puede ser nuestra guía. Nos enseña que recordar no es sólo mirar hacia atrás, sino también proyectarnos en esperanza hacia un futuro donde actos tan repudiables de violencia no se repitan. La memoria nos impulsa a tener presentes a los 85 hermanos de aquel 18 de julio de 1994”, expresó.
Asimismo, el Pontífice animó a no bajar los brazos en la lucha por “una justicia que no busca venganza, revanchismo, sino verdad y reparación. Una justicia que es esencial no solo para las familias afectadas, sino para la cohesión del tejido social de la nación”.