En una entrevista con la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN, por sus siglas en inglés), el Patriarca Copto Católico de Alejandría, Su Beatitud Mons. Ibrahim Sidrak, compartió sus preocupaciones y alegrías con respecto a la situación actual de Egipto y, en específico, de la pequeña comunidad de fieles que encabeza.
La Iglesia Copta Católica cuenta con 300.000 creyentes. Sin embargo, la población cristiana en Egipto suma alrededor de 15 millones de personas, totalmente integrados a la sociedad islámica del país. Los cristianos egipcios no se han visto en la obligación de abandonar sus hogares, como sí ha sucedido en países vecinos debido a la persecución de extremistas musulmanes.
“A diferencia de otros países vecinos donde la libertad religiosa ha disminuido, en el nuestro ha mejorado. En los últimos diez años, más o menos, nuestra comunidad ha experimentado un progreso real”, resaltó Mons. Sidrak.
“Nuestras iglesias han sido reconocidas legalmente por el Estado y hay muchos menos actos de violencia contra nosotros que antes”, destacó.
Sin embargo, Su Beatitud recuerda que entre 2012 y 2013, bajo el gobierno fundamentalista islámico de Mohamed Morsi y los Hermanos Musulmanes, “se multiplicaron los ataques contra los coptos”.
“Creo que, en 2012, cuando los egipcios fueron a votar se dijeron que nunca habían dado una oportunidad a los Hermanos Musulmanes y que había que probarlo: no volverán a cometer el mismo error”, añadió.