El esposo y padre de familia de 50 años, que murió el sábado durante el intento de asesinato del expresidente Donald Trump, era un cristiano devoto y “el mejor de nosotros”, según su familia y el gobernador de Pensilvania, Josh Shapiro.
Corey Comperatore “iba a la iglesia todos los domingos. Corey amaba a su comunidad. Pero más especialmente, Corey amaba a su familia”, señaló Shapiro en una conferencia de prensa el domingo 14 de julio.
Dirigiéndose a los periodistas en el norte de Pittsburgh, el gobernador demócrata comentó que había conversado con la esposa y las dos hijas de Comperatore, “un padre dedicado a sus niñas”, que trabajaba como bombero.
“Le pregunté a la esposa de Corey si le parecía bien que yo compartiera lo que hablamos y me dijo que sí”, continuó Shapiro. “También me pidió que les dijera que Corey murió como un héroe, que Corey se lanzó sobre su familia para protegerlos anoche en ese mitin. Corey era el mejor de nosotros y su memoria es una bendición”.
Comperatore era también "un entusiasta partidario del expresidente y estaba muy emocionado de estar allí anoche con él en la comunidad", añadió el gobernador.
Las banderas ondearán a media asta en el estado tras la tragedia, informó Shapiro.