Al recibir este 15 de julio a miembros de diversas congregaciones, entre quienes se encontraban religiosas de Asia, África y América Latina, el Papa Francisco aseguró que "el futuro está ahí. Es cierto".
En la audiencia en el Palacio Apostólico del Vaticano participaron representantes de la Orden de los Mínimos; los Clérigos Regulares Menores; las Hermanas Agustinas del Divino Amor; los Clérigos de San Viator; las Hermanas Reparadoras del Sagrado Corazón y las Misioneras de San Antonio Claret.
Al inicio de su discurso, en un intento de concienciar sobre la necesidad de vocaciones en Occidente, el Santo Padre preguntó cuántos novicios había en cada una de las Órdenes. Al escuchar las respuestas, el Pontífice señaló que “hay que doblar los números”.
El Papa Francisco destacó que representan “el misterio de la Iglesia”, que en su variedad permite que “la belleza de Cristo brille con toda su luz en el mundo”.
Y para evitar los “intereses distintos al amor” durante el camino espiritual de los consagrados, el Santo Padre reflexionó sobre dos aspectos: la belleza y la sencillez.