El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, se llevó la mano a la oreja derecha después de escuchar fuertes ruidos en un mitin en el oeste de Pensilvania este sábado por la tarde y luego se le vio con sangre en el rostro. Distintos líderes católicos estadounidenses pidieron al país unirse en oración tras la noticia.
“El expresidente está a salvo”, informó el Servicio Secreto de Estados Unidos en un comunicado. El incidente tuvo lugar alrededor de las 6:20 p.m. (hora local) en la ciudad de Butler, Pensilvania, poco después de que comenzara el mitin del candidato republicano.
Los agentes del Servicio Secreto protegieron a Trump mientras parecía estar acostado en el suelo del escenario. Trump se levantó y elevó el puño antes de ser retirado por los agentes de la ley. Se podía ver sangre en el lado derecho de su rostro y una aparente herida en la oreja.
Anthony Guglielmi, Jefe de Comunicaciones del Servicio Secreto, confirmó en la noche de este sábado que “un presunto tirador disparó múltiples tiros hacia el escenario desde una posición elevada fuera del lugar del mitin”. “El personal del Servicio Secreto neutralizó al tirador, quien falleció”, agregó.
“El Servicio Secreto de los Estados Unidos respondió rápidamente con medidas de protección y el expresidente está a salvo y siendo evaluado. Lamentablemente, un espectador perdió la vida y dos resultaron gravemente heridos. El incidente está siendo investigado y el Servicio Secreto ha informado formalmente al Buró Federal de Investigaciones [FBI]”, concluye el comunicado publicado en la red social X.
Tras el atentado, Trump declaró en las redes sociales oficiales de su equipo de campaña: “Supe de forma inmediata que algo iba mal cuando escuché un zumbido, disparos y de forma inmediata sentí la bala perforándome la piel. Había mucha sangre, por lo que me di cuenta de lo que estaba ocurriendo. ¡Que Dios bendiga a Estados Unidos!”